Tras haber visitado brevemente la Catedral de Santiago de Compostela y dado un paseo por sus calles, ponemos rumbo al sur por la AC-841.
Santiago de Compostela es una gran ciudad y este tipo de urbes suele tener absorvidas algunas poblaciones, como en este caso Outeiro, Os Tilos, San Sadurniño o Montouto, tras los cuales comenzamos a rodar por carreteras más despobladas.
Cruzamos el río Ulla en cuyo extremo,cambiamos de carretera entrando en la provincia de Pontevedra.
Continuamos dirección sur y tras 2 km abandonamos la PO-841 girando a la derecha antes de entrar en un pequeño núcleo urbano dirección a Cuntis.
Poco a poco nos alejamos de la Costa Galega y esto se nota en un paisaje más curveado y montañoso, sobre todo tras rodar los 5 primeros kilómetros de este tramo, donde comenzamos un ascenso curveado con un paisaje bastante cerrado.
Poco antes de cambiar de tramo en paisaje adornado con campos sembrados de maiz, vuelve a abrirse y en un ceda el paso nos incorporamos a la N-640 dirección a Caldas.
En penas 5 minutos. accedemos a Cuntis por esta Nacional y una vez allí y giramos a la izquierda en un cruce en forma de cruz con un semáforo, dirección a Xinzo y Cequeril.
Dejamos atrás Cuntis por la PO-220, más estrecha que la nacional que nos ha traído hasta aquí.
Podría decirse que a partir de ahora comienzan las curvas que se extenderán por una larga ascensión de 75 km a lo largo de los próximos tramos.
Llegamos a Barrio Cequeril donde nos incorporamos a la PO-222, dirección a Campolameiro.
De similares características a la carretera del tramo anterior en cuanto a trazado y asfalto, rodamos ahora por la PO-222, cuando en el kilómetro 50 de ruta llegamos a A Lagoa, donde una dentro, llegaremos a un Stop donde giraremos a la izquierda.
Rodamos ahora por el Concello de Campo Lamero cuando cruzamos el río Lérez por un estrecho puente de piedra y continuamos por esta carretera hasta dar con un Stop en el que giraremos a la izquierda dirección a Ourense, que se encuentra a poco menos de 80 km.
La ancha carretera y con curvas abiertas y el paisaje abierto de este corto tramo, nos permite acelerar hasta límites legales, hasta que justo tras pasar un puente giramos a la derecha por una carretera vecinal bien asfaltada dirección a A Vila de Arriba.
Debido a la estrechez de este vía vecinal, avanzamos a velocidad de travesía cuando dejamos atrás A Vila de Arriba. Poco después llegamos a Trabazo, un pequeño núcleo urbano perteneciente al Concello de Cotobade donde hay que tener cuidado en no confundirse de cruce. pues no hay indicaciones. Aquí la carreteras de divide en dos. Nosotros giraremos a la izquierda. Justo aquí podemos hacer una breve parada para admirar dos Hórreos situados en la dirección que NO debemos tomar.
Unos metros después finalizamos el tramo haciendo un stop para girar a la izquierda.
Nos encontramos ahora en la PO-232 cuando tras 2 km dejamos atrás A Igrexa y llegamos a un stop en forma de T donde giraremos a la izquierda dirección a Augasantas por un paisaje muy abierto donde la vista se pierde en el horizonte.
Comenzamos este tramo de longitud media rodando en un principio por una recta hasta que hacemos una curva a la derecha dirección a AugaSantas, y continuar por un trazado ascendente y curveado donde el paisaje se cierra notáblemente.
Dejamos atrás A Ogrexario y ya en la cima llegamos a Famelga un bonito y pequeño nucleo de casas de piedra.
Unas curvas después comenzamos otro ascenso hasta Aguasantas para descender también entre curvas hasta el final del tramo, situado tras cruzar el Río Verdugo por un puente de piedra.
A pocos metros de comenzar este tramo, accedemos a una rotonda en la que continuaremos recto.
Poco antes de llegar a A Lama se puede ver a la derecha a unos 400 metros el Centro Penitenciario. En esta localidad haremos un Stop para continuar recto Hacia Pontecaldelas y Pontevedra.
Pasada esta localidad, comenzamos un ascenso. Justo en el cartel que marca el fin de esta localidad, terminamos el tramo.
La siguiente población que nos encontraremos en este pequeño ascenso será Caritel donde llegaremos a una rotonda en la que cogeremos la segunda salida girando a la izquierda.
Por fin comenzamos un tramo largo en el que no vamos a estar pendientes de ningún cruce en un buen rato con el aliciente además de que este es un puro trazado motero.
Siempre entre curvas, comenzamos un descenso a lo largo de 4 km para tras cruzar el Río Parada comenzar un ascenso hasta los 600 metros de altitud.
Durante el descenso, también muy curveado, y justo en el PK 20 el asfalto se estropea un poco aunque no plantea dificultada alguna.
Antes de llegar al final del tramo e incorporarnos a la N-120 dirección a Ourense, cruzaremos 3 ríos: El Regueiro de Porta Marco, El Río Caraño y poco más adelante, el Río Tera.
Todavía rodando hacia el sur, circulamos ahora durante solo 4 km por esta vía semi rápida como es esta nacional, cuando en pleno a A Cañiza, abandonamos la N-120 girando a la derecha junto a una pequeña estación de servicio.
Viendo todavía algunas casas de A Cañiza por el retrovisor, pasamos bajo la A-52 para continuar por un ascenso en cuyo correspondiente descenso, llegamos al Miradoiro del Alto Gillade, otro lugar donde haremos una breve parada a pie de carretera para admirar el paisaje.
Poco después terminamos el tramo en una rotonda junto al Embalse de Frieira. Aquí giraremos a la derecha en la primera salida dirección a Salvaterra Tui.
Abordamos ahora el tramo más corto de la ruta de tan solo 400 metros de longitud.
Poco después de empezarlo, cruzamos el viaducto de Filgueira y a continuación a continuación giraremos a la izquierda dirección a P. Barxas. por la OU-801.
Comenzamos este tramo cruzando el Río Miño, que discurre íntegramente por la comunidad autónoma de Galicia, para poco después llegar a Cortegada terminando el tramo en una rotonda en la que cogeremos la segunda salida, hacia la izquierda.
Todavía nos restan tres cuartos de ruta para llegar a nuestro destino del día y sin embargo ya hemos recorrido más de la mitad de tramos, lo que significa que a partir de este momento rodaremos por tramos más largos, donde nos podemos relajar sabiendo que el próximo cruce esta lejos.
Este en concreto es una maravilla. La gran calidad de su asfalto, unido a la gran cantidad de curvas abiertas nos permite apretar un poco el acelerador e ir trazando curvas a izquierda y derecha con unas tumbadas muy suaves.
Tras 26 km de divertido tramo llegamos a Celanova localidad que tocamos solo de lado para sin entrar en su casco urbano, girar a la izquierda en un STOP.
Salimos de Celanova para dirigirnos por la OU-540 en dirección norte hacia Ourense.
Aunque la A-52, que circula en paralelo a la vía por la que rodamos, suporta la mayoría de tráfico, a medida que nos acercamos a Ourense se ven más casas y por consiguiente mayor número de vehículos que van y vienen por esta carretera ancha y muy bien asfaltada.
Continuamos por esta carretera hasta entrar de lleno en esta capital de provincia y nos adentramos en su casco histórico para al menos visitar su catedral y picar algo. Ya se acerca el mediodía y aunque todavía no es hora de comer, decidimos picar algo en las inmediaciones de la catedral para continuar por la tarde con los 300 km que nos esperan.
La ruta de esta tarde comienza en el tramo 21 rodando por la OU-536 a lo largo de 37 km de ancha y rápida carretera que recorremos en 25 minutos la lo largo de un constante ascenso que nos situará al final del tramo, en Vilariño Frío, sobre los 1000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Una vez en esta localidad, giramos a la izquierda. Una señal turística nos indica que en nuestra dirección se encuentra el Ponte de Vilariño Frío.
Rodamos ahora por esta solitaria carretera a lo largo de 21 kilómetros de estrecho asfalto con paisaje abierto.
A medida que se acerca el final del tramo, la cosa se pone aún más interesante en un descenso muy curveado con buen asfalto poblado de árboles a ambos lados hasta acceder a e Parada de Sil, donde finalizamos el tramo.
Nos esperan ahora 21 kilómetros de gran belleza donde disfrutaremos de un sinuoso trazado que discurre por la ladera de una montaña con las vistas de los Cañones del Sil que de vez en cuando asoman por la izquierda ofreciéndonos un maravilloso espectáculo paisajístico.
Entre curvas de estrecho asfalto llegamos a A Teixeira, donde comenzamos un descenso también curveado, alejándonos cada vez más del Río. Aquí hacemos un STOP y continuamos girando a la derecha dirección a Castro Caldelas.
El trazado de esta autonómica de tercer orden no decepciona. Sus 5 kilómetros en constante ascenso nos llevan a Castro Caldelas donde de vez en cuando algún claro a la izquierda de la carretera deja ver el valle por la parte izquierda.
Llama la atención el conjunto de la villa con la cantidad de ventanas blancas compuestas por cuadritos que se pueden encontrar en muchas de las casas de esta ciudad, centro histórico y funcional de la comarca de Tierra de Caldelas.
Abandonamos Castro Caldelas por la OU-536, más rápida que las últimas carreteras por las que hemos rodado. Sigue siendo una vía autonómica, y no comenzaremos a ver curvas de relevancia hasta pasados 10 km desde su inicio.
Poco después nos acercamos al Encoro das Guístolas (embalse de las Guístolas), donde 12 km más de curvas, nos acercan al tramo 26 en A Pobra de Trives.
Con A Pobla de Trives en la espalda, comenzamos este curveado tramo de 27 kilómetros, rodando por un alto en cuya derecha se divisa un valle del que nos alejamos para llegar a Larouco.
Continuamos ruta comenzando un descenso leve que nos acercará al Encoro de San Martiño que atravesaremos por un puente donde se divisa otro mucho más bonito y antiguo, seguramente liberado de tráfico por este otro puente.
Poco después llegamoa A Rua,donde finalizamos este tramo.
Con más de la mitad de la etapa recorrida, salimos de A Rua por la N-120, siguiendo el trazado del Encoro de Santiago.
La anchura de la carretera es un poco menor que a lo que estamos acostumbrados en una Nacional pero el trazado es igual de rápido ya que a pesar de rodar junto a un pantano, no hay ninguna curva cerrada y el asfalto esta muy arreglado.
Llegado el kilómetro 315 de ruta, giramos a la derecha dirección a O Castro, abandonando esta nacional.
En compañia del Río Sil, que poco antes del final del tramo se transforma en el Encoro de Pumares, continuamos por esta vía, también nacional hasta llegar a Puente de Domingo Florez, a lo largo de 18 km.
En la parte alta de una leve subida, giramos a la derecha dirección a Pombriego.
Acabamos de decir adiós a la Comunidad Autónoma de Galicia y nos encontramos ahora en la Comunidad Autonoma de Castilla León, concretamente en la Comarca del Bierzo, provincia de León, a la que entramos con buen pie ya que los 64 kilómetros de este tramo están compuestos por un trazado muy curveado aunque no muy estrecho que nos llevará entre valles a hasta Truchas, situado al final del tramo.
A solo 100 km del final de etapa, abandonamos esta localidad con nombre de pez, por la LE-126 en constante compañía del Río Eria.
En el camino dejamos atrás las poblaciones de Quintanilla de Yuso, Morla de la Valdería, y Torneros de la Vadería, antes de llegara Castrocontrigo, donde cambiaremos de carretera en un STOP donde giraremos a la izquierda dirección a La Bañeza.
Con ganas de llegar a León para aparcar la moto tras esta etapa reina de la Ruta 47, rodamos ahora prácticamente en linea recta por esta autonómica de nomenclatura verde, hasta alcanzar La Bañeza, donde cada año se celebra una carrera de motos clásicas en uno de los pocos circuitos urbanos que quedan hoy en día.
Es fascinante darse una vuelta por los boxes durante el campeonato y retroceder a los años 70 cuando se corría con estas preciosas motos Vintaje y viendo a los propios pilotos poner a puntos sus máquinas, llave fija en mano.
Abordamos el último tramo de esta larga etapa, por una carretera que aunque autonómica, es bastante rápida, ya que en estos parajes no abundan las curvas.
Cruzamos Sta. María del Páramo y ya sobre el kilómetro 500, llegamos a León. Hoy toca una ducha rápida y a visitar la Catedral de León: una maravilla conocida sobre todo por llevar al extremo la "desmaterialización" del arte gótico, es decir, la reducción de los muros a su mínima expresión para ser sustituidos por vitrales coloreados, constituyendo una de las mayores colecciones de vidrieras medievales del mundo.