Comenzamos esta nueva etapa de la Ruta 47 de casi 300 km de longitud preparándonos para hacer curvas, en la que ascenderemos desde el nivel del mar hasta los 1000 metros de altura para acabar en la ciudad de Murcia, también a nivel del mar.
Los primeros tramos de esta etapa los rodaremos por la costa meditarranea pero después la abandonaremos durante un buen rato para buscar curvas de montaña y evitar la masificación turística, que en nuestra opinión carece de encanto motero.
Abandonamos Valencia por la autonómica de tercer nivel CV-500 cuando poco después, llegamos a a La Albufera, una zona declarada Parque Natural, que alberga el lago más grande de España y una de las zonas húmedas más importantes de la península ibérica, de gran interés ecológico, cuyas ricas aguas han servido tradicionalmente de sustento a pescadores y cultivadores de arroz, dando origen a una suculenta gastronomía, que por cierto, ya hemos probado.
Siguiendo la recta costa, que solo se deja ver de ven en cuando, entre el montón de edificios que pueblan su linea, accedemos a una rotonda en la que tomaremos la segunda salida dirección a Cullera.
Nos distanciamos un poco de la costa circulando en paralelo con ella, por la CV-502, ancha, para ser autonómica de tercer nivel y bien asfaltada, cuando giramos a la derecha en una curva muy abierta para bordear la Montaña de Cullera, también llamada Sierra de los Zorros. El casco antiguo de esta turística ciudad se encuentra al otro lado de la sierra, junto al mar.
Nosotros bordearemos la Sierra para poco después cruzar el Río Jucar en un punto muy cercano a su desembocadura.
Llegamosa una rotonda situada bajo un viaducto y tomamos la seguda salida dirección a Tavernes.
Continuando en dirección sur, nos dirigimos ahora hacia Gandía, en linea recta y en paralelo a la costa que se encuntra a 1,5 km en linea recta.
Tras casi 26 km entre infinidad de parcelas sembradas, llegamos a esta localidad turística, donde tras unas cuantas rotondas, accederemos otra más de la que saldremos dirección a Daimus y Oliva.
Circulando por la CV-680, que nos aleja cada vez más de la costa, pasamos junto a las cercanas entre sí Almoines, Beniarjó, Potries y Villalonga, finalizando este tramo en la calle Mercat de esa última localidad, dirección a La Llacuna, cuya señalización se encuentra anclada sobre una pared.
Comenzamos ahora el primer tramo vecinal de esta etapa, que discurre por estrecho y buen asfalto en un curveado ascenso de 9 km. Poco antes de acceder a la cima la vía se ensancha notablemente a la vez que pasamos junto a varias edificaciones, mientras cambiamos de provincia entrando en Alicante, sin letrero que lo advierta.
Todavía continuamos ascendiendo un poco más cuando el asfalto se estrecha aún más hasta el punto de desaparecer la señalización horizontal. Es entonces cuando comenzamos el descenso también curveado que nos llevará hasta un cruce donde giraremos a la derecha dirección a Benisili.
El paisaje es precioso, entre olivos plantados en terrazas artificiales limitadas por muros de piedra, situados al borde de la carretera y formaciones rocosas que adornan la vista.
Cruzamos la localidad de Benisili y poco después, la carretera termina en un Stop donde giraremos a la derecha dirección a Planes y Alfafara.
Todavía continuamos ascendiendo a lo largo de todo este curveado tramo hasta que poco antes de su final, comenzamos un descenso en cuyo inicio giraremos a la izquierda para cambiar de carretera dirección a Margarida, Vall d'Alcala y Vall d`Ebo.
A través de un sinuoso trazado que en muchas ocasiones discurre entre rocosas paredes, llegamos a la CV-713, carretera que comenzaremos a rodar tras un giro a la derecha dirección a Beniaia y Tollos.
La CV-713 es una vía solitaria, estrecha, y bien asfaltada así que a poca velocidad, nos dirigimos dirección sur en un ascenso que se prolonga durante todo el tramo excepto al final, que descendemos durante poco menos de 1 km para llegar a un stop donde giraremos al la izquierda dirección a Fageca y castell de castells
Continuando por este laberíntico conjunto de carreteras secundarias alicantinas, recorremos tan solo 2 km hasta Facheca, donde giraremos a la derecha incorporándonos a la CV-754 dirección a Quatretondeta.
El paisaje cambia un poco volviéndose más seco, cuando entre curvas y estrecheces llegamos a Quatretondeta, una pequeña población situada a los pies de la Sierra de la Serreta.
Unos metros después giramos a la izquierda par incorporarnos a una vía vecinal. MUCHO CUIDADO porque no hay ninguna señalización ni previa. ni que marque su destino.
Si las carreteras amarillas por las que venimos circulando son estrechas, este trazado vecinal aún lo es más todavía. Sin embargo su asfalto esta en muy buen estado y su curveado trazado nos hará disfrutar del paisaje plagado de árboles de pequeña altura y la bonita vista de la Sierra de la Serreta.
Tras rodar 6 km por esta estrecha vecinal, donde no hay una recta de 100 metros, hacemos un Stop en un cruce en forma de cruz en pleno descenso, para continuar recto dirección a Alcoleja y Vila-joiosa.
Si los tramos anteriores eran curveados, este y los tres siguientes lo son todavía más,
Es asfalto se ensancha un poco y a pesar de que se han corregido algunas curvas para hacer un trazado más recto, este sigue siendo muy revirado y sinuoso.
Al poco de comenzar este tramo, la carretera se bifurca en dos. Nosotros debemos continuar por la izquierda dirección a Alcolecha, situada a tan solo 1 km de la bifurcaión. Cruzamos esta población por su centro y continuamos por reviradas carreteras ascendiendo al puerto de Tudons en cuya parte más alta, a 1024 metros de altitud, se encuentra la entrada a la base militar de Aitana, situada a más de 1500 metros de altura y punto más alto de la provincia de Alicante, hoy en día abandonada. Nos hubiera gustado visitarla pero una verja cerrada impide el acceso a su interior. Sin duda, las vistas desde allí deben ser impresionantes. Quizá en otra ocasión podamos disfrutarlas.
El descenso, también muy curveado nos lleva pasado el PK 24 a desviarnos a la derecha dirección a Relleu.
No hemos llegado todavía a la base del descenso del Puerto de Tudons, así que seguimos descendiendo por esta carretera muy revirada que aunque se circula bien, su estado de conservación es un poco peor que las anteriories y un poco más estrecha aunque a medio camino se ensancha notablemente.
En el kilómetro 144 de ruta llegamos a Relleu. Aquí, hacemos un Stop para girar a la derecha dirección a Torre de Les Macanes.
El paisaje de esta zona es realmente precioso, con una peña enfrente entre montañas que la acompañan.
Tras cambiar de carretera, nos dirigimos ahora a Torre de les Macanes, localidad a la que accedemos por esta vía auntonómica de tercer nivel, del mismo tipo de las últimas que nos han traido hasta aquí, y a la que llegamos tras recorrer 12 km también muy curveado, y ancho para lo que suele ser este típo de vías.
Al final del pueblo, un Stop donde giraremos a la izquierda, nos marca el final del tramo.
Aunque parezca mentira, todavía no se acaban las curvas de esta etapa. Sí es verdad que no son tan numerosas ni cerradas como las de los tramos anteriores, pero todavía curvearemos a gusto a través de 14 km de paisaje más árido y menos montañoso que el anterior.
Al final del tramo, accedemos a un Stop donde giraremos a la izquierda dirección a Xixona y Sant Joan d´Alacant.
Una curva muy abierta precedida de una recta, bordea la localidad de Xixona, cuyo espectáculo de sus almendros en flor merece la pena ver en si haces la Ruta 47 en primavera.
Posteriormente y dirigiéndonos nuevamente hacia la costa Mediterránea, nos dirigimos en compañía del Río de la Torre hacia el sur por un asfalto bastante recto, cuando llegamos a una rotonda donde tomaremos la primera salida dirección a Mutxamel, San Joan d´Alacant y Alicante.
Poco después pasamos bajo la AP-7 y tras continuar recto, finalizamos el tramo 3.5 km después incorporándonos a la A-70, dirección a Alicante, Madrid y Murcia.
Es bien sabido que a los motoristas no nos gustan demasiado este tipo de vías rápidas y aburridas, como lo es esta autovía, pero a veces no queda otro remedio y este el camino más rápido para evitar una gran ciudad como es Alicante, así que circulamos durante 20 km por esta carretera azul que abandonaremos en la salida 22.
Circulamos ahora por un trazado más bien recto y una enorme curva inapreciable, pasando junto al aeropuerto de Alicante.
Ya huele a mar y al fondo, en la linea de la costa se ven unos altos edificios que probablemente serán hoteles o apartamentos, cuando llegamos la final del tramo incorporándonos a la N-232 dirección a Santa Pola.
Por un trazado rápido, recto y al principio desdoblado, llegamos a Santa Pola donde comenzamos a seguir durante un rato aunque a cierta distancia, la linea de la costa a un lado y las Salinas de Santa Pola al otro.
Dejamos atrás La Marina del Pinet y en otro trazado desdoblado, abandonamos la N-332 dirección a Rojales.
Sin terminar la gran curva de salida de la N-332, accedemos a una gran rotonda en la que tomaremos la segunda salida dirección a Rojales y Orihuela.
Nos estamos alejando nuevamente de la costa, cuando en el kilómetro 268 de ruta, llegamos a Orihuela. En las afueras de esta localidad y tras haberla cruzado por su centro llegamos a una rotonda en la que continuaremos recto, dirección a Beniel.
Entre edificios de baja altura y tras 1 km en linea recta, llegamos a una rotonda donde tomaremos la primera salida.
Dos enormes tubos pertenecientes al Canal de Cartajena nos acompañan a lo largo de este corto tramo de 1 km en cuyo final haremos un Stop para girar a la izquierda dirección a Murcia.
Abordamos ya el último tramo de esta etapa circulando por la N-340 compuesta por un trazado en general recto.
Pasamos las localidades de Raiguero Levante, La Aparecida y Raiguero Poniente, cuando entramos en la Provincia de Murcia, abandonando la provincia de Alicante, y en consecuencia, la Comunidad Valenciana.
Tras rodar 21 km por esta Nacional, llegamos a nuestro destino final del día: Murcia,
Como en anteriores etapas, haremos una visita relámpago a esta ciudad pero no nos iremos sin visitar al menos su catedral. y dar un paseo por sus alrededores. y cenar un pisto Murciano.